Prepagas, con precios congelados, enfrentan pedido de suba salarial del 25%
El gremio todavía no hizo oficial su reclamo, pero se sabe que rondará ese monto. La complicación del sector radica en que tiene sus cuotas congeladas por pedido del Gobierno.
Si el panorama para las empresas de medicina prepaga ya es complejo como consecuencia del congelamiento de las cuotas que acordó con el Gobierno, en muy poco tiempo más la situación podría comenzar a empeorar.
Es que en entre julio y agosto vence la paritaria que acordaron los trabajadores de la salud con las distintas empresas de medicina privada, por lo que se espera que dentro de los próximos días comiencen los encuentros entre las partes.
Según pudo establecer El Cronista, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa), realizará un pedido que tendrá un piso del 25%, aunque tampoco se espera que su reclamo se dispare mucho más allá de esa cifra.
Esta situación complicará las cuentas, además, de los sanatorios y centros de diagnóstico (prestadores de las empresas de medicina prepaga), que también emplean a trabajadores afiliados a Fatsa.
Incluso, en un primer momento Fatsa liderada por Carlos West Ocampo, de la CGT oficialista había barajado la posibilidad de sumarse al pedido de la UOM de un 35% en tres cuotas, aunque luego se alinearon posiciones y su solicitud de incremento no estará demasiado lejos del 25 por ciento.
Desde hace un tiempo ya que el sector en general tiene un desfasaje importante en la estructura de costos, y se estimaba que este año se podría llegar a dar una recomposición. La determinación de congelar los precios fue una muy mala noticia, sostuvo ante El Cronista una fuente ligada al mundo de la medicina privada.
El humor de las compañías del sector se fue modificando con el correr de los días. Estaban citadas por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) para reunirse en marzo y hablar sobre un incremento prometido del 10% en las cuotas, aunque no se fueron de allí con un sí definitivo.
Luego volvieron a ser convocadas, aunque para pedirles que evitaran trasladar sobrecostos a sus afiliados, al menos hasta fines de mayo.
El gran temor de los empresarios del rubro es que como ocurrió con los supermercados, a quienes les pidieron que no modifiquen sus precios hasta octubre esta situación se prolongue con el correr de los meses.
Algunos confían en que una vez acordada la paritaria 2013, se autorice, al menos algún aumento de las cuotas para lo que resta de este año.
El 10% que las prepagas pretendían imponer en los primeros meses de este año tiene que ver con un último tramo de aumento salarial al que hicieron frente a fines de 2012, y que por aquel entonces el Gobierno prohibió trasladar.
Habían logrado la promesa de hacerlo apenas arrancado el año, aunque finalmente no ocurrió.