Gremios y empresas fijan posiciones para negociar en la mesa del diálogo social

Gremios y empresas fijan posiciones para negociar en la mesa del diálogo social

El sindicalismo ofrece acuerdos a largo plazo si hay acuerdo de precios. Las grandes firmas quieren negociar la carga impositiva provincial y municipal.

 

Los gremios respondieron con mayor entusiasmo a la posibilidad de convocar a la mesa del diálogo social que anticipó la presidenta Cristina Fernández y ofrecieron ampliar la extensión de las paritarias a 18 meses si es acompañada por un acuerdo de precios que mantenga bajo control a la inflación.

Mientras, el sector empresario intenta fijar algunas condiciones, especialmente atadas a mejorar la competitividad con medidas impositivas y cambiarias.

Desde el Gobierno ya hubo contacto con las grandes empresas, especialmente del sector de la alimentación, para que acepten reducir márgenes de ganancias en función de mantener congelados los precios y beneficiarse de una ampliación del mercado interno.

Los cimientos de la mesa de diálogo social se pusieron de manifiesto semanas atrás ante los gremios más poderosos del sector industrial. Fue en ocasión de la presentación formal de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSIRA), allí el ministro de Trabajo Carlos Tomada y la titular de Industria Débora Giorgi coincidieron en hacer mención a la “absoluta vigencia” de la “alianza estratégica” del Gobierno con este amplio sector de los trabajadores. En aquel acto también los popes gremiales realzaron la identificación con el modelo e incluso el jefe de la UOM y la CGT Antonio Caló separó el marco de la discusión cegetista con el Gobierno de los objetivos del bloque industrial.

El encuentro, que se realizó en SMATA, refrendó algo más que una señal de buena relación entre el Ejecutivo y la CSIRA. A tal punto que según voceros tanto gubernamentales como sindicales no fue casual que horas antes Luz y Fuerza firmara su paritaria por 18 meses. Aquella negociación cerró con un 18% de aumento retroactivo a enero, otro 5% no acumulativo desde junio y un 7% acumulativo desde enero de 2014 abrió como caso testigo esta etapa de mesa de diálogo. Más allá de que el sindicato de Oscar Lescano no integra la CSIRA el valor referencial de ese acuerdo tuvo peso específico en el escenario general. Tanto que anoche una fuente del sindicato de Mercantiles dijo que están dispuestos a cerrar su paritaria “por 25% en 18 meses” a condición de que el acuerdo de precios tenga “la misma efectividad que tuvo hasta ahora”.

Como anticipó BAE Negocios el viernes pasado, desde la cúpula de la UOM se propuso negociar salarias a mediano plazo. “Hay que ver si los empresarios se lo bancan” alertó un metalúrgico.

Fuera de la órbita de la CSIRA se comparte la identificación con el Gobierno y sus metas, pero también se aguardan precisiones para que el acuerdo de precios sea “estructural y estratégico; no sólo un eje que se pulse desde la Secretaría de Comercio sino que tenga la participación e integración de todos los sectores involucrados” reseñó una fuente.

Con esa misma precaución se expresaron dos integrantes del MASA que integra la central al comando de Caló, otros dirigentes comparten la misma inquietud y el tema se analizará en una reunión que ese sector tendrá el 9 de abril, un día antes del plenario de la CGT en La Fraternidad.

En el ámbito empresario, se tomó muy en serio la advertencia de la Presidenta de reabrir las importaciones en sectores monopólicos que suban los precios

Las grandes empresas, en donde las alimenticias tienen un fuerte peso en la remarcación de precios, recibieron llamados y visitas de funcionarios nacionales, según confiaron fuentes empresariales a este medio.

El pedido oficial es para recortar las ganancias habida cuenta de los “excelentes réditos que lograron desde la instalación del modelo de país instaurado por el kirchnerismo”, indican.

Empresarios consultados por BAE Negocios festejaron la posibilidad de lograr un acuerdo social que “pueda generar previsión a largo plazo” aunque insistieron en tener un marco de negociación. “Siempre es positivo y en este momento es necesario un acuerdo social”, afirmó el titular de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica, Pablo Reale.

Sin embargo, el flamante vicepresidente primero de los industriales bonaerenses (UIPBA) aclara que las pymes tienen nulo margen de ganancias por resignar y señala que en las negociaciones para entrar en el pacto social piden “garantizar las fuentes de trabajo”.

Las grandes empresas, quienes son las señaladas de haber tenido ganancias por encima de las inversiones, también aceptan el convite a la mesa de negociaciones. A cambio, reclaman más medidas para mejorar la competitividad.

Las grandes marcas reclaman que el Gobierno nacional y las administraciones provinciales reduzcan la presión impositiva. Pretenden que los Estados “hagan también su aporte y no se conviertan en simples negociadores”, sostiene en estricto off uno de los empresarios consultados.

Además del reclamo para mantener el control de las importaciones, los empresarios llevarán el pedido del aumento de subsidios para las firmas nacionales y avanzar con una devaluación que les permita, según su mirada, hacer competitiva su producción con el resto de la región.